Las continuas dilataciones y contracciones a las que se ven sometidos los componentes mecánicos de la unidad de disco como consecuencia de los cambios bruscos de temperatura, pueden desembocar en pérdidas de información.
Esta avería, conocida como descompensación térmica, se debe a una pérdida de ajuste en la estructura física del disco duro. Esto puede provocar que la circuitería intente acceder a un sector en una posición ligeramente distinta de la que realmente ocupa, resultando en un error de lectura o de escritura.
Para evitar estos problemas es recomendable situar los equipos lejos de zonas en donde puedan sufrir cambios bruscos de temperaturas (por ejemplo, ventanas, pues al abrirlas se puede provocar un enfriamiento brusco de las zonas cercanas). También se recomienda regular el aire acondicionado en oficinas y centros de trabajo. Los cambios bruscos de temperaturas son más frecuentes durante el cambio de estación, por lo que es cuando más cuidado se debe tener.
En caso de que un disco duro sufra una descompensación térmica, lo más indicado es ponerse en contacto con un servicio técnico adecuado, como lo es el de Agalisa.
Fuente: VNU net (en castellano).